lunes, 10 de febrero de 2014

CONSTRUCCION DE UN MODELO DE AVION

Seguiremos adelante en nuestro camino de disfrutar del placer del vuelo de un avión, abordando las diferentes técnicas de construcción, necesarias para llevar a buen fin nuestros propósitos. Dividiremos estas técnicas en varias secciones, describiendo paso a paso cada etapa de construcción de principio a fin y diferenciando la construcción dependiendo de los materiales empleados.

MADERA DE BALSA:

Supongamos el caso de un modelo a motor de radio control, del cual hemos conseguido el plano de construcción del mismo y está diseñado para madera de balsa. Lo primero que debemos hacer es estudiar detenidamente el plano y hacer una lista de la madera que necesitamos, y de los diferentes materiales necesarios (varilla de acero, escuadras de mando, tornilleria, contrachapado, listones de haya, etc.), así como los accesorios que utilizaremos (forro para las alas y el fuselaje, pinturas, barnices, depósito, ruedas, etc.) para su acabado. 
Madera de balsa de diferentes tamaños.


Plano entrenador ala alta.











Una vez la lista de materiales finalizada, solo queda ir a un comercio especializado para obtener dicho material. Se supone que el motor y el equipo de radio ya lo tenemos en nuestro poder; si no es el caso, en el comercio nos aconsejarán sobre las diferentes marcas y modelos disponibles. No es necesario comprar un equipo de alta gama; aparte de su elevado precio y de multitud de funciones que para empezar nuestra afición no utilizaremos, existen muchas opciones con una buena relación calidad-precio que cubrirán perfectamente nuestras necesidades.


Accesorios para el montaje.

Pues bien; llegamos a casa con todos los bártulos y los depositamos encima de nuestra mesa de trabajo. Aconsejo tocar y estudiar todo el material, para hacerse una idea de lo que vamos a realizar, en especial el equipo de radio, para familiarizarnos con él (previa lectura de las instrucciones). Conectaremos los servos al receptor y también la batería y veremos como se mueven los mismos y cual se mueve con cada palanca o interruptor del emisor, identificando cada salida del receptor con su correspondiente servo.


Equipo completo de radiocontrol.

Una vez hayamos "jugado" un rato con la emisora, pasaremos a distribuir los diferentes tipos de madera para empezar la construcción. Empezaremos con el fuselaje, que es lo más fácil y dejaremos las alas para el final, puesto que son más laboriosas de realizar y ya tendremos un poco de experiencia para afrontarlas.
Para cortar la madera, podemos utilizar como plantilla una fotocopia del elemento que vayamos construyendo en cada ocasión. Antiguamente, se utilizaba papel carbón que se intercalaba entre el plano y la plancha de madera y con un lápiz se reseguía el contorno de la pieza, quedando dibujada en la madera, luego se cortaba con una cuchilla o bisturí. Pero es más aconsejable la técnica de la fotocopia del plano, recortar la plantilla y pegarla a la madera con cola en barra para papel; una vez obtenida la pieza, se despega con mucha facilidad y no deja restos. Además, las plantillas obtenidas, se pueden volver a utilizar de nuevo, por ejemplo para construir una nueva pieza para reparar una rotura ocasional del modelo.


Plantillas recortadas en papel.

Cuando tengamos todas las piezas necesarias cortadas e identificadas (marcar el nº de pieza según el plano), situaremos el plano encima de una lámina de corcho (empleado para decoración de paredes) lo suficientemente grande para que las piezas quepan holgadamente, sobre todo las semi-alas. Esta lámina servirá para clavar alfileres de sujección de las diferentes piezas del modelo mientras se pegan y evitará estropear la mesa de trabajo. Encima del plano, conviene poner un celofán transparente (o varios superpuestos) para no estropearlo.
Empezaremos colocando un lateral del fuselaje (normalmente el derecho) y marcaremos una línea con un lápiz donde se sitúen las diferentes cuadernas de refuerzo. Distribuimos las cuadernas a lo largo del fuselaje, identificándolas y procedemos a pegarlas, con la ayuda de una escuadra para conservar su perpendicularidad con el lateral del fuselaje. Utilizaremos preferentemente cualquier variedad de cola blanca de carpintero, puesto que es la más aconsejable para su perfecta unión madera-madera, además permite cierta flexibilidad en la junta, haciéndola más duradera. Los pegamentos instantáneos no son aconsejables del todo, puesto que son muy rígidos y en un golpe al aterrizar, puede quebrarse la unión, por resonancia.


Construcción del fuselaje.

Una vez pegadas todas las cuadernas, pondremos cola en cada una de ellas (menos en la cola), en el borde donde se juntan con el otro lateral y procedemos a pegarlo. Para ello, pondremos un peso (unos libros) encima del lateral y esperaremos a que se pegue. Encolaremos el extremo posterior del fuselaje sujetándolo con unas pinzas para la ropa, forzando un poco la estructura.


Laterales del fuselaje pegados.
Continuaremos por pegar las planchas del fondo del fuselaje, sujetaremos el depósito de combustible en su emplazamiento, los soportes de los servos (que habitualmente van situados bajo el ala, detrás de la cuaderna del depósito), las sujecciones del tren de aterrizaje y una vez finalizado, colocamos las planchas superiores de cierre del depósito, cola y cabina, hasta conseguir cerrar todo el fuselaje. No olvidarse de hacer los agujeros correspondientes a las varillas de mando del timón de profundidad y la deriva, así como del mando de gases del motor.
Fuselaje cerrado (tipo cajón).
Luego situamos y pegamos el estabilizador horizontal, cuidando de que esté paralelo respecto al suelo del fuselaje y a 90 grados con el eje central del fuselaje y por último pegamos el empenaje vertical, cuidando que esté a 90 grados respecto al estabilizador horizontal. Ya tenemos casi acabada la estructura del fuselaje, solo falta colocar las superficies móviles del estabilizador horizontal y la deriva, que lo haremos con bisagras comerciales articuladas a nuestra elección.

Montaje de bisagras en estabilizador horizontal.
Bisagras comerciales estándard.
Se pegarán con loctite para afianzarlas, procurando que no entre pegamento en la articulación, asegurándolas con un palillo de dientes que las atraviese en cada uno de sus soportes, para mayor seguridad.
Colocaremos los servos en sus respectivos alojamientos y procederemos a unir las varillas de mando desde los brazos de los servos hasta las escuadras de mando de las superficies móviles, procurando que el servo esté en su posición neutra (centrado) y el timón de profundidad y de dirección completamente rectos y paralelos a los correspondientes estabilizadores (vertical y horizontal).


Escuadra de mando y varilla de mando.

Comprobaremos que el movimiento sea suave y sin roces, puesto que esto afectaría al funcionamiento de los servos y el avión no volaría correctamente.



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