martes, 28 de enero de 2014

EL AEROMODELISMO ACTUAL

Como ya comenté en el post anterior, existen diversas fórmulas para que un aficionado al aeromodelismo pueda tener su propio modelo de avión o helicóptero que le sea útil para el aprendizaje de las técnicas empleadas en este hobby o afición. También algunos denominan al aeromodelismo como un deporte-ciencia, porque de la correcta práctica del mismo, se obtienen conocimientos de carpintería, electricidad, mecánica, pintura, química, diseño, dibujo y también, de arte. Como se puede ver, la buena práctica de esta afición nos aporta crecimiento personal y unos conocimientos muy útiles de estos oficios.
Para resumir, a partir de aquí y en adelante, al aeromodelismo le llamaremos hobby, que es la palabra actual más común a la hora de definir esta afición.
Continuamos pues, con las fórmulas para iniciarnos en este hobby, que resumimos a continuación:


1.- CONSTRUCCION ARTESANAL DE UN DISEÑO PROPIO:

Grado de dificultad: La más alta.
Coste: El más económico, dependiendo del tamaño del modelo y materiales utilizados.
Tiempo de construcción: Requiere de mucho tiempo y conocimientos. No apto para iniciarse.
Satisfacción: Totalmente garantizada, por el trabajo que requiere su diseño y construcción y también por la consolidación de los conocimientos adquiridos en los años de práctica.

2.- CONSTRUCCION ARTESANAL MEDIANTE UN PLANO OBTENIDO DE DIVERSAS FUENTES Y ACOPIO DEL MATERIAL NECESARIO PARA TERMINAR EL MODELO: 

Grado de dificultad: Alta.
Coste: Más económico, dependiendo del tamaño del modelo y materiales utilizados.
Tiempo de construcción: Requiere de más tiempo que los apartados 3 y 4. Recomendable para los que se inician y es preferible recurrir a un experto que los oriente en la construcción.
Satisfacción: Garantizada, por el trabajo que requiere su construcción y el orgullo que sentiremos de un trabajo propio.

3. - CONSTRUCCION MEDIANTE UN KIT COMERCIAL:

Grado de dificultad: Mediano.
Coste: Más caro que en el apartado anterior; también depende del tamaño y calidad del kit.
Tiempo de construcción: Requiere de menos tiempo que los apartados 1 y 2, puesto que la mayoría de elementos que lo componen vienen pre-cortados y se ajustan fácilmente. Normalmente los kits traen todo el material necesario para su construcción, excepto pintura, motorización y equipo de control.
Satisfacción: Alta, por el menor trabajo y tiempo que requiere su construcción. Un factor añadido a su grado de satisfacción es que son modelos sobradamente probados y conocemos de antemano sus reacciones. Hasta hace pocos años, era la opción más utilizada por la mayoría de aeromodelistas.

4.- CONSTRUCCION / ENSAMBLADO DE MODELOS READY TO FLY:

Grado de dificultad: Mediano / bajo.
Coste: Más caro que los puntos anteriores, por estar casi totalmente acabados; también depende del tamaño y calidad del kit. Muchos se ofrecen con el equipo de radio y el motor ya montado, lo que incrementa el coste, pero garantiza que los elementos incorporados son los adecuados.
Tiempo de construcción: Requiere de muy poco tiempo para su puesta en vuelo, puesto que viene todo el modelo acabado, tanto de pintura como de instalaciones eléctricas, inclusive el motor en la mayoría de los casos. Algunos kits de esta categoría, se pueden hacer volar en unas pocas horas de trabajo; otros, requieren el pintado y/o forrado de sus elementos externos (RTC = Ready To Cover).
Satisfacción: Mediana, por el menor trabajo y tiempo que requiere su puesta en vuelo, pero estamos volando con un modelo que no hemos construido y que no conocemos sus entrañas, ni la resistencia estructural del mismo. Hemos de confiar en las prestaciones que el fabricante anuncia en su publicidad. Eso si, seguro que las prestaciones son las adecuadas a nuestras expectativas.


Como he constatado, un aficionado al aeromodelismo puede sopesar los pros y los contras a la hora de valorar por cual de ellas se decide. En el anterior post, se comentaron las tres primeras y ahora comentaremos la cuarta fórmula: los ready to fly.
Parece ser que esta modalidad es la que se está imponiendo en los tiempos actuales, y las razones del porqué se impone, son de fácil comprensión: por imperativos de mercado de los fabricantes, que apuestan por comercializar equipos que se montan principalmente en Asia y Europa del Este, donde el coste de la mano de obra es muy bajo y así obtienen grandes beneficios y facilidad de manejo de stocks de sus almacenes, con menos variedad de artículos. También influye la escasa comercialización de la madera de balsa desde su país de origen: Brasil, antiguamente muy utilizada en la construcción de aeromodelos, y que ahora es escasa y cara.
Otro factor decisivo que contribuye a fomentar la venta de este tipo de modelos, es la falta de tiempo que casi todos acusamos en nuestras agitadas vidas. La sociedad moderna nos ha acostumbrado, mediante bombardeos publicitarios muy bien estudiados, a ver un producto que se publicita en una revista o otro medio como puede ser una web de internet, y queremos poseerlo y hacer uso de él lo más rápido posible. La idea de pasarse horas y horas construyendo, cada vez es menos frecuente, por desgracia. Una ventaja de estos modelos, es que la caja ya lo trae todo y no necesitamos complicarnos la vida comprando más y más complementos para tener listo el avión o helicóptero.
Al hablar de estas tendencias, no quiero decir que todos hagamos lo mismo; existen muchísimos aficionados al aeromodelismo que disfrutan de lo lindo construyendo, pero la creciente difusión de los modelos ready to fly es real y por algo será. ¿Acaso llegue a evolucionar este hobby a extremos donde los "personajes curiosos" sean los que quieran construir su propio modelo? Espero que no sea así.

MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN MODERNOS:

 Debido a las dificultades arriba mencionadas, el mercado ha evolucionado a otros materiales alternativos, irrumpiendo en este sector una gran variedad de plásticos de diversa índole y las espumas de polietileno extrusionado que se comercializan con diferentes nombres.
Un plástico que en Estados Unidos se utiliza bastante en la construcción de modelos de aviones, es el Coroplast o polipropileno corrugado (también Corolev). Su estructura es igual que el de las cajas de cartón convencionales, pero es de plástico y está disponible comercialmente, en diversos colores y tamaños. Tiene unas muy buenas cualidades mecánicas, ya que es muy resistente y flexible, pero es difícil de pegar bien y los acabados de los modelos no son del todo impecables. Existía una marca americana que comercializaba kits de este material. En nuestro país, es utilizado para realizar carteles informativos, como los que vemos por la calle y que anuncian a los candidatos a los partidos políticos antes de las elecciones.



Coroplast o Corolev de diversos colores y espesores.



Acrobático de coroplast.
Planeador de coroplast.










Como se puede apreciar en las fotos, no importa el tamaño del modelo. La resistencia es extrema, hasta tal punto que es casi imposible romperlo. En las exhibiciones que he realizado con modelos de este tipo, los cogía por el ala y los tiraba con fuerza al suelo y a continuación arrancaba el motor y seguía volando como si tal cosa. También tiene sus límites, claro está que si el avión se estrella después de un picado a gran velocidad, por la fuerza del impacto acaba rompiéndose, pero lo importante es que, de los golpes habituales, sale muy bien parado. Tiene el inconveniente de que es algo más pesado que los modelos realizados con madera de balsa.
Otro material alternativo a la balsa, es el polipropileno extrusionado o Depron, como se le conoce en el extranjero. Es una espuma utilizada en el aislamiento térmico y acústico de los edificios en construcción. Se presenta en láminas de 120 cm. x 80 cm. en dos espesores: 4 mm. y 6 mm. de color blanco. Es un material muy ligero, más que la balsa, y muy fácil de trabajar (solo requiere un cúter o bisturí) y de pegar. No es muy resistente y se rompe con facilidad. Requiere de refuerzos en la construcción de aeromodelos para aumentar su rigidez.

Modelo en Depron (Regal).
Modelo en Depron (Delta 3D).


Este material solo está aconsejado para modelos pequeños de aviones eléctricos, por sus características de poca resistencia y porque los combustibles pueden atacarlo y deteriorarlo. La característica más destacable del deprón, es que se trabaja muy fácilmente y se consiguen tiempos de montaje muy rápidos. Yo he construido un modelo completo, listo para volar, en una tarde (un modelo sencillo, por supuesto).

Hovering Machine, construido totalmente en 3 horas.

Si se tiene práctica, se pueden construir maquetas con unos acabados impecables, pero el tamaño de las mismas es reducido, por no soportar este material grandes cargas estructurales.

Otro material usado regularmente en la construcción de modelos de aviones, es el polipropileno expandido, o llamado comúnmente porexpán. También su origen es en la construcción de edificios, como aislamiento entre paredes o techos. Se puede encontrar en el comercio con diferentes formas, espesores y densidades. Su uso principal es en los núcleos alares, para darles consistencia sin tener que realizar numerosas costillas para tal fin. Se trabaja con un hilo de nicrom o acero muy fino al que se le aplica una corriente eléctrica variable para ajustar su temperatura y cortar por temperatura el material. Es necesaria la confección de una plantilla de madera o plástico para servir de guía de corte.


Proceso de corte del foam con el arco.
Arco de corte de hilo de nicrom.

Bloque de porexpán y plantilla.
Núcleo alar terminado.






Una vez obtenido el núcleo alar, se puede forrar con chapa fina de madera de balsa ó samba, utilizando pegamentos adecuados, sin disolventes que arruinarían el trabajo.

Ala forrada con madera de samba.

El ala así construida, tiene una gran rigidez estructural y un peso muy bajo. Si tiene una envergadura considerable con respecto a la cuerda (ancho del ala), es necesario hacer unas ranuras a lo largo de la misma para encolar unos listones de refuerzo. pero las técnicas constructivas, se analizarán más adelante, en otra sección dedicada a la construcción y terminación de los modelos de aviones. Existen muchas variedades en el mercado de estos elementos aislantes; en cada país reciben un nombre propio que los identifica. En Estados Unidos se comercializa una variante de polipropileno expandido llamado EPP que es muy elástico y no se rompe nunca. se puede doblar un ala de un avión construida con este material, hasta conseguir ¡que sus bordes marginales se toquen! y luego recupera su forma. Pero el inconveniente es que en nuestro país no se comercializa en planchas de grosor adecuado para nuestros fines.

Easy Star de Multiplex, ejemplo de un famoso avión de porexpán ideal para iniciarse.

Otro método de construcción serían los modelos de avión con fuselaje e incluso las alas, de resinas sintéticas (poliéster, epoxi, etc.) entremezcladas con fibras también sintéticas (fibra de vidrio, fibra de carbono, fibra de aramida, de kevlar, etc.). Pero esto merece un capítulo aparte dedicado en exclusiva al tratamiento de estos materiales, que son engorrosos de utilizar y no están al alcance de un aficionado; requieren de bastante experiencia por el hecho de necesitar moldes, que deben realizarse individualmente, para dar forma a los elementos que se quieran construir. Queda relegada prácticamente a las empresas que los comercializan y hacen grandes tiradas de modelos para amortizar los moldes. Ocurre lo mismo con los plásticos termo-formados, en el mercado existen variedad de kits realizados con estos materiales, principalmente el ABS y sus derivados, que son los más extendidos. su acabado, suele ser impecable, con todo lujo de detalles, incluso con la simulación de los remaches del modelo original, en el caso de maquetas.

Júpiter, de Thunder Tiger, ejemplo de avión íntegramente construido de plástico termo-formado (ABS).

No obstante lo antes mencionado, hay aeromodelistas hábiles y con grandes dosis de paciencia que se lanzan a la construcción de sus modelos con estos complejos sistemas, con resultados muy satisfactorios algunas veces y que en ocasiones, llegan a la comercialización de los productos manufacturados por ellos mismos. Algunas de las marcas disponibles en los comercios del ramo, empezaron de esta manera; en nuestro país, la ya desaparecida firma Caprichos, de Valencia, ofrecía una variedad de kits de resina de poliéster de muy buena calidad a un precio inmejorable. Otra marca famosa que empezó con la labor de unos aeromodelistas que empezeron a comercializar kits de alto nivel, fue la Erns Top, de Alemania, hoy desaparecida. Podríamos citar muchos más ejemplos, pero para ilustrar este artículo son suficientes estos dos.
Las tecnologías y los avances técnicos, evolucionan a pasos agigantados y cada vez más deprisa, derivando de ello la posibilidad de beneficiarnos de instrumentos o máquinas que nos facilitan la labor de construcción a unos precios cada vez más asequibles. Prueba de ello es que actualmente se comercializan máquinas de corte CNC, que conectadas a un ordenador personal y gestionadas por un programa de CAD (diseño asistido), podemos realizar cortes de núcleos alares de porex, e incluso fuselajes.
También existen en el comercio fresadoras (con herramienta fresadora mecánica), a precios asequibles que nos permiten cortar superficies planas, para conseguir un conjunto de costillas o unos laterales de fuselaje, empenajes, derivas, flaps, etc. partiendo de una plancha de balsa o algún material sintético. los resultados son verdaderamente brillantes, consiguiendo una perfección en los acabados, difícil de superar.
A estas fresadoras, actualmente se les puede sustituir el cabezal giratorio por uno de láser, que consigue unos cortes muchísimo más delgados y mejores acabados, pero la otra cara de la moneda es su elevado precio, que seguramente cuando evolucionen más, las conseguiremos por poco dinero.
Y por último, la revolución que viene en el campo industrial y que está cambiando el concepto de fabricación a todos los niveles, son las impresoras en 3D; máquinas que, partiendo de un dibujo creado por un programa de ordenador, imprimen el objeto en tres dimensiones, siendo funcional. A grandes rasgos, el funcionamiento de estas impresoras, es que utilizan materiales que se funden en un recipiente; luego pasan por unos conductos hasta el cabezal de impresión y sueltan un chorro de este material, que se va adhiriendo a la base de la pieza en cuestión, hasta que queda finalizada en todo su volumen. Cuando lleguen al mercado del aeromodelismo, seguro que será una revolución, puesto que podremos "imprimirnos" el avión que deseemos fácilmente y disfrutarlo rápidamente. Por el momento, sólo están en fase experimental, pero ya se utilizan para diversos fines en el mercado, a la espera de su comercialización a gran escala. Estaremos atentos a este revolucionario invento que seguro que nos facilitará la vida en gran manera.

Carlos Viñals






domingo, 26 de enero de 2014

¿QUE ES EL AEROMODELISMO?

Definimos aeromodelismo, como el arte de reproducir modelos de aviones a escala, con diversos materiales empleados para su construcción. 


EVOLUCION DEL AEROMODELISMO:

Según los datos que se poseen, el inventor del aeromodelismo, fué el Francés Alfonse Pénaud, que en el año 1.871, construyó el primer avión propulsado que consiguió volar por si solo. Se propulsaba con un motor de goma y una hélice impulsora.


Alfonse Pénaud, 1.871
Modelo de Alfonse Pénaud

Fué en la década de los años 1.940 - 1.950, donde el aeromodelismo sufrió una gran evolución, con la aparición de los motores de bujía de chispa y los de encendido semidiésel, que marcó el auge de esta afición en la década de los años 50, aumentando en gran número los aficionados que lo practicaban y que ocasionó que se convirtiera en una afición mucho más popular, porque hasta el momento era exclusiva de unos pocos aficionados con grandes dosis de inventiva y paciencia.


Primer club de la historia, el Twin Pusher Club 1.910

LOS MATERIALES Y SU EVOLUCIÓN:

Los materiales empleados en la construcción de nuestros modelos, evolucionan con el paso del tiempo y su creciente desarrollo en el campo industrial. Los resultados de esta evolución, se traducen en materiales cada vez más ligeros y resistentes y normalmente más asequibles para el aficionado a este arte. Además, esta evolución facilita, en la mayoría de las ocasiones, las tareas de construcción de nuestros modelos.
Pero no solo el objetivo del aeromodelismo es reproducir aviones reales a escala; también se crean modelos de diseño propio, aplicando los conocimientos adquiridos por el propio constructor a lo largo de los años de práctica de esta afición. Así mismo, existen modelos, normalmente diseñados y producidos por firmas comerciales, que no se asemejan a ningún modelo real, pero su construcción se basa en las experiencias adquiridas por los diseñadores que trabajan en estas empresas, ofreciendo a este sector del mercado, modelos sobradamente probados y que sus cualidades de vuelo están mas que ensayadas y en la mayoría de los casos, son las más adecuadas para satisfacer las exigencias de los aeromodelistas.
En la actualidad, existen diversas fórmulas para poseer un modelo de avión o helicóptero y disfrutar de sus evoluciones. La más tradicional y la que más se ha utilizado hasta el momento (y también es la más recomendable, debido a los conocimientos y experiencias que de ella se obtienen), es la adquisición de un plano del modelo que queremos montar, el estudio del mismo, pasando por la adquisición de los materiales necesarios para su construcción, así como de las herramientas necesarias para trabajar los diversos materiales que componen el modelo, y por último, la adquisición de los elementos necesarios para su puesta en vuelo (motor, depósito, ruedas, equipo de radio si es de radiocontrol, pegamentos, pinturas, etc.).

Ejemplo de taller de aeromodelismo
Construcción desde plano

Es muy recomendable pedir consejo a algún aeromodelista con experiencia a la hora de lanzarse a construir este tipo de modelo, puesto que un aeromodelo tiene que estar bien construido y en la construcción del mismo, intervienen muchos factores que si no se tienen en cuenta, los resultados pueden ser muy negativos y frustrantes, consiguiendo que el principiante se desanime y no quiera continuar con la afición. Por el contrario, si se siguen los consejos de una persona experta, los resultados suelen ser magníficos y reconfortantes, animando al aficionado a seguir y superarse día a día. Por experiencia propia, puedo decir que no tiene precio el ver que unas cuantas maderas encima de tu mesa, una vez cortadas, pegadas, y pintadas, se transforman en un objeto que vuela y hace lo que tú le mandas. Magnífico!!
El tamaño del avión para comenzar a volar, no es un factor decisivo, no obstante hay que tener en cuenta unas consideraciones importantes a la hora de decidirse por un modelo grande o uno más pequeño. Aquí aplicaremos una regla de tres inversa:
- A modelo más grande, más precio, más trabajo de construcción y vuelo más estable. 
- A modelo más pequeño, menor precio, menos trabajo y vuelo más inestable. 
Estas afirmaciones, no son categóricas ni científicas, pero suelen estar de acuerdo con la realidad y con las experiencias adquiridas a lo largo de años de práctica. Está demostrado que un modelo grande (ejemplo:1,6 m. de envergadura, 2,5 kg. de peso y con motor de 6 cc.), volará mucho mejor que un modelo pequeño (ejemplo: 80 cm. de envergadura, 800 gr. de peso y con motor de 1,5 cc.) y las reacciones del modelo del primer ejemplo serán mas nobles y tranquilas que las del segundo ejemplo, que por su pequeño tamaño y peso, será más nervioso y costará de dominar; afectándole en mayor medida el viento en el terreno de vuelo.
También el bolsillo de cada uno determinará el tamaño del modelo, a no ser que se construya desde un plano, con lo que se abarata mucho la construcción. Pero atención, no nos dejemos seducir por un modelo pequeño y económico a la hora de iniciarnos en este hobby, aunque la tentación y las ganas de ahorrarnos un dinero pesen sobre nuestra decisión, reflexionemos los comentarios explicados más arriba, o tendremos grandes posibilidades de que nuestro aprendizaje será costoso y pude que también frustrante. Y recordemos aquella popular frase que dice: Lo barato, siempre acaba saliendo caro.
Otra fórmula de poseer un aeromodelo para disfrutarlo, consiste en adquirir un kit comercial; el mercado está repleto de marcas y modelos de diversa índole para satisfacer al más exigente, pero cuidado, no nos dejemos llevar por nuestros caprichos a la hora de adquirir nuestro kit. Para dar los primeros pasos en este mundillo del aeromodelismo, hay que empezar la casa por los cimientos, eso es, con un modelo que sea fácil de montar, fácil de volar y fácil de reparar. Estas son premisas básicas a la hora de introducirse en este
maravilloso mundo del aeromodelismo. Es muy tentador el comprar el modelo de nuestros sueños y que nos ha cautivado siempre, por haberlo visto en alguna película de cine o simplemente por que su aspecto nos atrae.


Caja o kit de construcción

Materiales de un kit de construcción










Existen muchas variedades de kits 
en el mercado actual.

Citemos un ejemplo que se repite con frecuencia en personas que quieren iniciarse:
- Me gusta el Spitfire, porque lo ví en la película de la batalla de Inglaterra y me causó sensación. Voy a comprármelo para verlo volar.
El aficionado se dirige a una tienda de su elección y pide un kit o un modelo terminado de este avión. El vendedor se lo proporciona y le dice que para empezar no es el más adecuado, que lo mejor es acudir a un campo de vuelo y preguntar para que lo orienten en su construcción y/o vuelo. Normalmente, el vendedor, para no perder la venta y puesto que el cliente se lo ha pedido, le proporciona el modelo deseado por el cliente y todo el material necesario para su puesta en vuelo, paga la factura (que casi siempre suele ser muy alta) y se marcha a casa impaciente por abrir la caja del modelo y admirar todos los cachivaches que le han vendido.
En el mejor de los casos, el aficionado irá a un campo de vuelo para informarse de los procesos a seguir para montar y volar su nuevo y flamante modelo. Ahí depende del buen criterio de la persona que se encuentre y que pueda responderle a todas sus preguntas acertadamente; puede darse el caso, bastante frecuente, que salga del campo de vuelo aún más confundido que cuando entró, por la cantidad y diversidad de consejos recibidos. Lo más normal, es que llegue a su casa, reflexione sobre todo lo asimilado hasta el momento, y se decida a comenzar a montar el modelo adquirido, sin ayuda y sin experiencia, sólo siguiendo las instrucciones del manual de montaje del kit.
Una vez montado y acabado el modelo (en este caso el Spitfire), después de haber pasado por un calvario para comprender las instrucciones que trae el kit, que normalmente son complejas y pensadas para un aeromodelista con experiencia, se dirige al campo de vuelo con su equipo completo y pide a alguien que lo pruebe y le enseñe a volarlo. Lo habitual, es que haya algún instructor o algún socio que se ofrezca a probarlo; si todo está bien y en su sitio (centraje, incidencias, sujecciones de elementos, etc.), le arrancan el motor, lo carburan y después de un rodaje necesario para su buen funcionamiento, el socio experimentado se dispone a despegar el modelo por la pista y realizar un vuelo de prueba. Si todo se ha montado correctamente y se han utilizado los pegamentos adecuados a cada caso y pegado correctamente, el avión volará bien y aterrizará sin contratiempos. Muy bien, ha habido suerte. Pero si hay algún defecto de construcción que no sea fácilmente visible, el avión despegará y en cualquier momento casi seguro que se romperá en vuelo, puesto que las fuerzas a que se ve sometido son muy grandes. El resultado será que todo el trabajo, todas las ilusiones y todo el dinero invertido, se irá por los suelos, y pondrá al principiante en la cuerda floja, decidiendo si continuar con un modelo nuevo o abandonar la afición, por la desilusión recibida.
En el caso de que todo vaya bien y los resultados del primer vuelo sean los esperados, puede (y suele pasar), que el principiante vaya en varias ocasiones al campo de vuelo para que le enseñen a practicar el control de su avión, y que cuando lleve unos cuantos vuelos (cogiendo el mando una vez el avión en vuelo), se confíe y tenga la falsa sensación de que ha aprendido lo suficiente como para pilotarlo uno mismo. Esto conlleva a intentar despegarlo uno mismo un día que no haya nadie en el campo, para no hacer el ridículo. Como que el modelo no es el adecuado para el aprendizaje, lo más seguro es que al despegar o una vez iniciado el vuelo se cometa algún error fatal, ayudado por la sensación de desamparo al verse solo en el campo y que nadie te pueda ayudar, y el modelo acabe hecho astillas en el suelo.

Resultados de la impaciencia.
Para evitar esta tragedia, lo mejor y más recomendable es adquirir información preguntando a varios expertos, que modelo es el más adecuado para empezar (hay infinidad de modelos entrenadores en el mercado), acudir a un comercio especializado y pedir el modelo aconsejado y solo aquel, sin dejarse seducir por las líneas de otros que nos gusten o que el vendedor quiera vendernos, y una vez el modelo en casa, seguir los consejos de los expertos a la hora de proceder a su montaje. Y lo más importante de todo: aprender a tener PACIENCIA, no querer tenerlo construido al día siguiente. Las prisas, siempre estropean los buenos trabajos. Como ejemplo, pondré un planeador Escuela de Modelhob que poseo desde hace 32 años y que sigue volando perfectamente, después de haberse estrellado varias veces en los muchos vuelos realizados. Lo construí a conciencia, sin prisas y encolando las piezas correctamente para darle la máxima resistencia, aparte de ser un modelo muy resistente, y los resultados han sido excelentes. Si se siguen estos criterios, un avión puede durar muchísimo, todo lo que nosotros queramos.

Planeador Escuela, con 32 años en sus costillas.

En el próximo post, hablaré de otras fórmulas para empezar en esta afición y tener el avión de nuestros sueños.
Carlos Viñals.