domingo, 26 de enero de 2014

¿QUE ES EL AEROMODELISMO?

Definimos aeromodelismo, como el arte de reproducir modelos de aviones a escala, con diversos materiales empleados para su construcción. 


EVOLUCION DEL AEROMODELISMO:

Según los datos que se poseen, el inventor del aeromodelismo, fué el Francés Alfonse Pénaud, que en el año 1.871, construyó el primer avión propulsado que consiguió volar por si solo. Se propulsaba con un motor de goma y una hélice impulsora.


Alfonse Pénaud, 1.871
Modelo de Alfonse Pénaud

Fué en la década de los años 1.940 - 1.950, donde el aeromodelismo sufrió una gran evolución, con la aparición de los motores de bujía de chispa y los de encendido semidiésel, que marcó el auge de esta afición en la década de los años 50, aumentando en gran número los aficionados que lo practicaban y que ocasionó que se convirtiera en una afición mucho más popular, porque hasta el momento era exclusiva de unos pocos aficionados con grandes dosis de inventiva y paciencia.


Primer club de la historia, el Twin Pusher Club 1.910

LOS MATERIALES Y SU EVOLUCIÓN:

Los materiales empleados en la construcción de nuestros modelos, evolucionan con el paso del tiempo y su creciente desarrollo en el campo industrial. Los resultados de esta evolución, se traducen en materiales cada vez más ligeros y resistentes y normalmente más asequibles para el aficionado a este arte. Además, esta evolución facilita, en la mayoría de las ocasiones, las tareas de construcción de nuestros modelos.
Pero no solo el objetivo del aeromodelismo es reproducir aviones reales a escala; también se crean modelos de diseño propio, aplicando los conocimientos adquiridos por el propio constructor a lo largo de los años de práctica de esta afición. Así mismo, existen modelos, normalmente diseñados y producidos por firmas comerciales, que no se asemejan a ningún modelo real, pero su construcción se basa en las experiencias adquiridas por los diseñadores que trabajan en estas empresas, ofreciendo a este sector del mercado, modelos sobradamente probados y que sus cualidades de vuelo están mas que ensayadas y en la mayoría de los casos, son las más adecuadas para satisfacer las exigencias de los aeromodelistas.
En la actualidad, existen diversas fórmulas para poseer un modelo de avión o helicóptero y disfrutar de sus evoluciones. La más tradicional y la que más se ha utilizado hasta el momento (y también es la más recomendable, debido a los conocimientos y experiencias que de ella se obtienen), es la adquisición de un plano del modelo que queremos montar, el estudio del mismo, pasando por la adquisición de los materiales necesarios para su construcción, así como de las herramientas necesarias para trabajar los diversos materiales que componen el modelo, y por último, la adquisición de los elementos necesarios para su puesta en vuelo (motor, depósito, ruedas, equipo de radio si es de radiocontrol, pegamentos, pinturas, etc.).

Ejemplo de taller de aeromodelismo
Construcción desde plano

Es muy recomendable pedir consejo a algún aeromodelista con experiencia a la hora de lanzarse a construir este tipo de modelo, puesto que un aeromodelo tiene que estar bien construido y en la construcción del mismo, intervienen muchos factores que si no se tienen en cuenta, los resultados pueden ser muy negativos y frustrantes, consiguiendo que el principiante se desanime y no quiera continuar con la afición. Por el contrario, si se siguen los consejos de una persona experta, los resultados suelen ser magníficos y reconfortantes, animando al aficionado a seguir y superarse día a día. Por experiencia propia, puedo decir que no tiene precio el ver que unas cuantas maderas encima de tu mesa, una vez cortadas, pegadas, y pintadas, se transforman en un objeto que vuela y hace lo que tú le mandas. Magnífico!!
El tamaño del avión para comenzar a volar, no es un factor decisivo, no obstante hay que tener en cuenta unas consideraciones importantes a la hora de decidirse por un modelo grande o uno más pequeño. Aquí aplicaremos una regla de tres inversa:
- A modelo más grande, más precio, más trabajo de construcción y vuelo más estable. 
- A modelo más pequeño, menor precio, menos trabajo y vuelo más inestable. 
Estas afirmaciones, no son categóricas ni científicas, pero suelen estar de acuerdo con la realidad y con las experiencias adquiridas a lo largo de años de práctica. Está demostrado que un modelo grande (ejemplo:1,6 m. de envergadura, 2,5 kg. de peso y con motor de 6 cc.), volará mucho mejor que un modelo pequeño (ejemplo: 80 cm. de envergadura, 800 gr. de peso y con motor de 1,5 cc.) y las reacciones del modelo del primer ejemplo serán mas nobles y tranquilas que las del segundo ejemplo, que por su pequeño tamaño y peso, será más nervioso y costará de dominar; afectándole en mayor medida el viento en el terreno de vuelo.
También el bolsillo de cada uno determinará el tamaño del modelo, a no ser que se construya desde un plano, con lo que se abarata mucho la construcción. Pero atención, no nos dejemos seducir por un modelo pequeño y económico a la hora de iniciarnos en este hobby, aunque la tentación y las ganas de ahorrarnos un dinero pesen sobre nuestra decisión, reflexionemos los comentarios explicados más arriba, o tendremos grandes posibilidades de que nuestro aprendizaje será costoso y pude que también frustrante. Y recordemos aquella popular frase que dice: Lo barato, siempre acaba saliendo caro.
Otra fórmula de poseer un aeromodelo para disfrutarlo, consiste en adquirir un kit comercial; el mercado está repleto de marcas y modelos de diversa índole para satisfacer al más exigente, pero cuidado, no nos dejemos llevar por nuestros caprichos a la hora de adquirir nuestro kit. Para dar los primeros pasos en este mundillo del aeromodelismo, hay que empezar la casa por los cimientos, eso es, con un modelo que sea fácil de montar, fácil de volar y fácil de reparar. Estas son premisas básicas a la hora de introducirse en este
maravilloso mundo del aeromodelismo. Es muy tentador el comprar el modelo de nuestros sueños y que nos ha cautivado siempre, por haberlo visto en alguna película de cine o simplemente por que su aspecto nos atrae.


Caja o kit de construcción

Materiales de un kit de construcción










Existen muchas variedades de kits 
en el mercado actual.

Citemos un ejemplo que se repite con frecuencia en personas que quieren iniciarse:
- Me gusta el Spitfire, porque lo ví en la película de la batalla de Inglaterra y me causó sensación. Voy a comprármelo para verlo volar.
El aficionado se dirige a una tienda de su elección y pide un kit o un modelo terminado de este avión. El vendedor se lo proporciona y le dice que para empezar no es el más adecuado, que lo mejor es acudir a un campo de vuelo y preguntar para que lo orienten en su construcción y/o vuelo. Normalmente, el vendedor, para no perder la venta y puesto que el cliente se lo ha pedido, le proporciona el modelo deseado por el cliente y todo el material necesario para su puesta en vuelo, paga la factura (que casi siempre suele ser muy alta) y se marcha a casa impaciente por abrir la caja del modelo y admirar todos los cachivaches que le han vendido.
En el mejor de los casos, el aficionado irá a un campo de vuelo para informarse de los procesos a seguir para montar y volar su nuevo y flamante modelo. Ahí depende del buen criterio de la persona que se encuentre y que pueda responderle a todas sus preguntas acertadamente; puede darse el caso, bastante frecuente, que salga del campo de vuelo aún más confundido que cuando entró, por la cantidad y diversidad de consejos recibidos. Lo más normal, es que llegue a su casa, reflexione sobre todo lo asimilado hasta el momento, y se decida a comenzar a montar el modelo adquirido, sin ayuda y sin experiencia, sólo siguiendo las instrucciones del manual de montaje del kit.
Una vez montado y acabado el modelo (en este caso el Spitfire), después de haber pasado por un calvario para comprender las instrucciones que trae el kit, que normalmente son complejas y pensadas para un aeromodelista con experiencia, se dirige al campo de vuelo con su equipo completo y pide a alguien que lo pruebe y le enseñe a volarlo. Lo habitual, es que haya algún instructor o algún socio que se ofrezca a probarlo; si todo está bien y en su sitio (centraje, incidencias, sujecciones de elementos, etc.), le arrancan el motor, lo carburan y después de un rodaje necesario para su buen funcionamiento, el socio experimentado se dispone a despegar el modelo por la pista y realizar un vuelo de prueba. Si todo se ha montado correctamente y se han utilizado los pegamentos adecuados a cada caso y pegado correctamente, el avión volará bien y aterrizará sin contratiempos. Muy bien, ha habido suerte. Pero si hay algún defecto de construcción que no sea fácilmente visible, el avión despegará y en cualquier momento casi seguro que se romperá en vuelo, puesto que las fuerzas a que se ve sometido son muy grandes. El resultado será que todo el trabajo, todas las ilusiones y todo el dinero invertido, se irá por los suelos, y pondrá al principiante en la cuerda floja, decidiendo si continuar con un modelo nuevo o abandonar la afición, por la desilusión recibida.
En el caso de que todo vaya bien y los resultados del primer vuelo sean los esperados, puede (y suele pasar), que el principiante vaya en varias ocasiones al campo de vuelo para que le enseñen a practicar el control de su avión, y que cuando lleve unos cuantos vuelos (cogiendo el mando una vez el avión en vuelo), se confíe y tenga la falsa sensación de que ha aprendido lo suficiente como para pilotarlo uno mismo. Esto conlleva a intentar despegarlo uno mismo un día que no haya nadie en el campo, para no hacer el ridículo. Como que el modelo no es el adecuado para el aprendizaje, lo más seguro es que al despegar o una vez iniciado el vuelo se cometa algún error fatal, ayudado por la sensación de desamparo al verse solo en el campo y que nadie te pueda ayudar, y el modelo acabe hecho astillas en el suelo.

Resultados de la impaciencia.
Para evitar esta tragedia, lo mejor y más recomendable es adquirir información preguntando a varios expertos, que modelo es el más adecuado para empezar (hay infinidad de modelos entrenadores en el mercado), acudir a un comercio especializado y pedir el modelo aconsejado y solo aquel, sin dejarse seducir por las líneas de otros que nos gusten o que el vendedor quiera vendernos, y una vez el modelo en casa, seguir los consejos de los expertos a la hora de proceder a su montaje. Y lo más importante de todo: aprender a tener PACIENCIA, no querer tenerlo construido al día siguiente. Las prisas, siempre estropean los buenos trabajos. Como ejemplo, pondré un planeador Escuela de Modelhob que poseo desde hace 32 años y que sigue volando perfectamente, después de haberse estrellado varias veces en los muchos vuelos realizados. Lo construí a conciencia, sin prisas y encolando las piezas correctamente para darle la máxima resistencia, aparte de ser un modelo muy resistente, y los resultados han sido excelentes. Si se siguen estos criterios, un avión puede durar muchísimo, todo lo que nosotros queramos.

Planeador Escuela, con 32 años en sus costillas.

En el próximo post, hablaré de otras fórmulas para empezar en esta afición y tener el avión de nuestros sueños.
Carlos Viñals.

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