jueves, 28 de agosto de 2014

CONSTRUCCION DEL MODELO ULTRA STUNTER, DE GRAUPNER





Allá por el año 1.968, me regalaron un motor de aeromodelismo, concretamente un O.S. Pet de 1, 5cc, de vuelo circular. Como que no tenía avión para ponerlo, mis padres fueron a una tienda de Barcelona a comprarme uno y les vendieron el modelo Ultra Stunter, de Graupner, un avión complejo de montar y de volar, ya que en su época, era un acrobático de altas prestaciones, destinado a aeromodelistas con experiencia. El fracaso fue total; al ser mi primer avión (entonces tenía 11 años y ninguna experiencia), lo monté como pude, realizando el pegado del modelo con Imedio banda azul y pegamentos no adecuados y seguramente mal utilizados.
El día del estreno del avión (en el patio del colegio de los Salesianos de Sarriá, en Barcelona), arranco el motor, un compañero me lo aguanta en el suelo, doy orden de soltar y arriba, arriba... y a los 10 segundos de vuelo se desmonta y cae al suelo hecho astillas. Todo mi gozo en un pozo, como dice el refrán popular.
Luego del fracaso y la desilusión, llevo los trozos a una conocida tienda de Barcelona dedicada exclusivamente a articulos para aeromodelismo y me comenta el propietario que este avión no era nada adecuado para mis propósitos, aparte de estar muy mal hecho. El resultado fué que me vendió un kit de avión muy popular por aquellos tiempos (el modelo Montjuich), y que era muy fácil de construir y de volar, cosa que comprobé al poco tiempo y me sirvió para adentrarme en este maravilloso mundo del aeromodelismo, que sigo practicando con igual pasión que cuando empecé.
Actualmente, en Agosto del 2014, después de una jornada de poner orden a mi taller de montaje, encuentro el plano del Ultra Stunter y me entra el gusanillo de volver a construirlo, después de 46 años y con la experiencia adquirida, siento la necesidad de acabar lo que empecé y no terminé. Además, este modelo es un excelente acrobático, derivado del Super Stunter del conocido diseñador alemán F. W. Biesterfeld que lo diseñó en el año 1.952. Luego, la conocida firma germana Graupner, lo remodeló y lo lanzó al mercado el año 1.958 con el nombre de Ultra Stunter.
Así que con el plano en la mano, voy a una copisteria a que me aumenten un 20% el tamaño del plano, por ser el adecuado a un motor de 2,5 cc. (el Ultra Stunter original estaba diseñado para un motor de 1 a 1,5 cc.).





Con el plano encima de la mesa, selecciono los grosores y el tipo de maderas que voy a necesitar (balsa principalmente para toda la estructura y planos; contrachapado para alguna cuaderna y ramín para los largueros del borde de fuga y borde de ataque. Hago fotocopias con la impresora de las diferentes piezas y las recorto y pego sobre la madera, así se pueden cortar con facilidad y ajustarlas a cada situación.


Construyo el depósito de combustible y el sistema de mando de los alerones y timón de profundidad para colocarlos en el interior del fuselaje antes de cerrarlo.


Una vez cortadas las cuadernas del fuselaje, empiezo por realizar el pre-montaje del depósito y la bancada del motor (con dos listones de haya de 10 x 10 mm.), ya que después no se podría introducir el depósito en su alojamiento. Para el pegado de todo el avión, he utilizado exclusivamente cola blanca de carpintero, ya que es la mejor opción para conseguir una unión resistente y con poco peso, a costa de tener que esperar unas horas para su secado, pero merece la pena por la robustez conseguida.



A continuación pego los laterales del fuselaje al conjunto de las cuadernas de morro, cuidando su perfecto alineado. Aprovecho para curvar el fondo del fuselaje de balsa de 5 mm.con vapor y la ayuda de una plancha de ropa, para facilitar su pegado a los laterales del fuselaje.



En este punto, se ha de introducir el sistema de mando de alerones y timón de profundidad, antes de cerrar el fuselaje.


Continuando con el fuselaje, se pega el fondo al mismo y se forra el lomo superior trasero con listones de balsa de 2 mm. cortados a 8 mm. de ancho, para darle forma redondeada y adaptarlo a las cuadernas, ayudándonos con alfileres para obligar a la madera a coger su forma (fotos inferiores).


Se procede al forrado y pegado de la parte delantera superior con balsa de 3 mm. curvada también con vapor.


Seguidamente pasamos a fabricar la cabina recortando una botella de coca cola de 2 litros, que va perfecta para este modelo y también decoramos al piloto, sacado de un coche de juguete viejo y añadiendo unos detalles de cosecha propia para darle más realismo.




Una vez decorado el piloto, lo pegamos a la base de la cabina y cerramos la misma con el recorte de la botella de coca cola, teniendo la precaución de ajustar bien los bordes de la misma con la madera del fuselaje, para aplicar luego un cordón delgado de pegamento instantáneo. Vigilar que el pegamento no se cuele en el interior de la cabina, ya que el vapor de los solventes, arruinaría esta (lo digo por experiencia propia).


Con los recortes sobrantes de balsa dura que tengamos en nuestro "almacén" de maderas, realizamos los bloques del morro del avión, teniendo en cuenta las medidas del motor a emplear. Hay que abrir un agujero del mismo diámetro del cilindro, otro para la toma de aire del carburador, otro para la aguja de regulación de combustible y hacer un rebaje para la salida de escape. En mi caso, he utilizado un motor LLAM Glow de 2,5 cc.


Para finalizar el fuselaje, cortaremos con ayuda de las plantillas fotocopiadas, la deriva vertical, la deriva horizontal y el timón de profundidad, que se construye con una celosía de listones de 5 x 5 mm. de balsa sobre el plano (protegido por un plástico) y clavando con alfileres los listones una vez cortados.


Ya tenemos el fuselaje prácticamente acabado; sólo queda redondear bien todas las superficies y aristas y pulir con lija fina todo el conjunto. De ello depende en gran manera el acabado final del modelo, tener paciencia y lijar mucho; son los secretos de un buen trabajo.
Y ahora comenzaremos con la construcción de las alas. Para ello, clavaremos con alfileres uno de los largueros del plano derecho del modelo. Realizamos una plantilla de las costillas, que en este caso son todas iguales y esto facilita mucho la labor. Dibujamos en una plancha de 2 mm. de balsa dura, con ayuda de la plantilla, todas las costillas (18). Cortamos a continuación una a una todas ellas y las juntamos en modo sandwich, con la plantilla al principio. Luego lijamos el conjunto ajustándolo a la forma de la plantilla, cortamos los entalles de los largueros y del borde de ataque y ya está listo el conjunto para su montaje.


Ahora calzamos el borde de fuga con un listón de 10 mm. para levantarlo de la mesa y que las costillas coincidan en sus respectivos entalles del borde de fuga y vamos pegando una a una las mismas, comprobando que queden bien perpendiculares al plano de montaje con la ayuda de una escuadra de 90 grados.




Acabamos el plano derecho insertado las chapas de refuerzo entre los largueros y cada costilla para dar solidez al conjunto, pegamos el larguero superior, el borde de ataque y los marginales, y repetimos las operaciones con el plano izquierdo, teniendo en cuenta que va al revés y se han de realizar los rebajes en diagonal en la raiz del ala para insertalos en el fuselaje y pegarlos de manera que un plano confronte perfectamente con el otro, tanto el borde de fuga, como el de ataque.
Disponemos todos los elementos ya acabados en el tablero de montaje y comprobamos los ajustes de cada pieza, retocando en caso de ser necesario hasta conseguir un ajuste perfecto.


Una vez comprobado que todo encaja, procedemos a encolar cada elemento por separado, poniendo especial atención a la alineación de la deriva y el estabilizador horizontal con respecto al fuselaje. Ayudarse con la escuadra de 90 grados y medir la distancia del extremo del estabilizador horizontal hasta el morro del modelo. Tiene que quedar perpendicular al eje central del fuselaje.

También cuidar la alineación de los planos derecho e izquierdo que deben quedar perfectamente paralelos al estabilizador horizontal, sin diedro alguno.
Continuaremos con el forrado con plástico termoretráctil (o papel de seda) del timón de profundidad y de los dos planos.
En este modelo, el tren de aterrizaje va insertado en un refuerzo entre las costillas 3ª y 4ª, con lo que opté por la solución de dejar un hilo de pescar pasado por los correspondientes agujeros de estos refuerzos y luego cerrar con el termoretráctil, para una vez forrado, abrir un cuadrado en el forro y montar el tren de aterrizaje y pegarlo con pegamento epoxy y el hilo de pescar. Luego se recorta un cuadrado de la medida exacta, se hace un agujero para pasarlo por el alambre del tren y se pega con la plancha el forro, quedando casi invisible.



El siguiente paso es el barnizado y pintado. Daremos tres capas de barniz nitrocelulósico tipo Novavia al compartimento del motor y dos capas al resto del fuselaje. También daremos dos o tres capas de pintura en la zona de bancada del motor y dos al resto del modelo, quedando suficientemente protegido contra el combustible. Los colores y decoración son a gusto de cada uno, así como el tipo de pintura a emplear.


Y ya tenemos el modelo terminado; sólo queda montar el motor, centrar el modelo con respecto a su centro de gravedad (situado en el centro entre el borde de ataque y el larguero principal) y realizar un vuelo de prueba para estudiar su comportamiento.




 Lineas agradables y muy "retro".




PRUEBA DE VUELO

Y por fin, llega el día tan esperado: ver como se levanta del suelo el modelo y como se comporta en vuelo. El debut lo realizo en la pista asfaltada del RACBSA en Montjuich, donde empecé a dar mis primeros pasos en el mundo del aeromodelismo allá por el año 1968, siendo éste un lugar muy conocido por mí y que me otorga una seguridad al enfrentarme a este reto, después de tantos años sin probar un modelo de vuelo circular.
Cargo el depósito de combustible, cebo el motor y después de varias intentonas, arranca con seguridad, consiguiendo afinarlo a su régimen óptimo. Hay que tener en cuenta que este motor estaba parado desde hacía muchos años, por esto he optado por dejar que consumiera un depósito en el suelo para así aflojarlo un poco. A la segunda vez que lo he arrancado, se nota que ya se ha "soltado" y carbura mejor.
Así que ¡al aire!. Despega en muy poco espacio y su comportamiento en vuelo es un poco nervioso (no olvidemos que es un acrobático), pero menos que yo, por llevar tantos años sin volar; las piernas me temblaban un poco al principio, pero enseguida fui cogiendo confianza y al final me parecía que fué ayer el último vuelo que hice.
Veo que es muy noble en el vuelo, y se nota que los alerones le otorgan un comportamiento muy elegante en las figuras, realizándolas muy cerradas y con seguridad y firmeza. Constato que es un placer volarlo por su nobleza y seguridad y, además, se nota que tiene mucho potencial acrobático.
Al terminarse el combustible, arrastro un poco el modelo con la manija para acercarlo a la zona de despegue, obedeciendo siempre a mis solicitudes y observando que no tiene tendencia a entrar en pérdida fácilmente. Al final de la rodadura, me hace el caballito. Esto puede ser debido a que tiene el tren de aterrizaje un poco retrasado respecto al CDG. Lo adelantaré unos milímetros y así evitaré esta tendencia.
En conclusión; un modelo muy bonito, robusto y relativamente fácil de construir por un aeromodelista con unos conocimientos medios. De comportamiento muy noble y agradable de volar, no pasa desapercibido en los campos de vuelo, al ser un modelo diseñado en los años 50 y tener unas líneas muy "retro", pero que no hace el ridículo frente a los sofisticados modelos acrobáticos actuales.

Arrancando el motor.
 Primer vuelo del Ultra Stunter.
               


Carlos Viñals.